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Adolescencia y preferencias alimentarias

Adolescencia y preferencias alimentarias

domingo 12 de septiembre, 2010

Adolescencia y preferencias alimentarias

Los hábitos adquiridos en la infancia son los que persisten en la edad adulta, y cuanto más tiempo transcurre, más difícil es cambiarlos.

Es importante identificar las costumbre insanas y poner en práctica acciones oportunas que permitan reducir el consumo de calorías y mejorar la densidad nutricional de la dieta

Adolescencia y preferencias alimentarias

La adolescencia es un periodo en el que se producen grandes cambios hormonales y físicos, que acompañan al proceso continuo de desarrollo cognitivo y de establecimiento de relaciones sociales.

La calidad de la dieta de adolescentes en los países desarrollados está siendo objeto de estudio por los profesionales de la salud, ya que la obesidad se considera el desorden más común entre adolescentes y con el riesgo añadido de que el exceso de peso en edades tempranas suele mantenerse en el adulto, y con las consecuencias para la salud que esto supone.

Si se educa a los niños para que adquieran conductas saludables, es muy probable que las mantengan a lo largo de la vida, reduciendo el riesgo a desarrollar sobrepeso u obesidad y patologías crónicas asociadas: cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, etc.

Cuando llega el momento de empezar la universidad, se juntan muchos cambios que van a repercutir en la alimentación del adolescente. Por eso, conviene habituarse a una dieta saludable lo antes posible y planificarla con antelación.

Muchos son los malos hábitos que se adquieren en esta nueva etapa: cafés azucarados entre horas, pinchos, bollería o refrescos a media mañana o por la tarde, bebidas alcohólicas los fines de semana, snacks e los encuentros para ver la televisión o ir al cine, etc. Además, a los malos hábitos, se añade una reducción de las horas dedicadas al ejercicio.

La compra y la organización del menú son puntos clave, ya que si no se realiza adecuadamente, puede traducirse en un aumento de peso que oscila entre 0.7 y 3.5 Kg durante los primeros meses de vida independiente.

 

Fuente: Aula de la farmacia. Revista profesional de formación continuada. Julio/agosto 2010.